jueves, 27 de diciembre de 2012

Puedo volar

De entre todos los sueños que surcan mis noches, hay una categoría que destaca por encima de todas: cuando sueño que vuelo. Hace tiempo preguntaba mucho a mis amigos cómo era su experiencia onírica de volar. Había quien volaba como un misil, quien volaba como una nube e incluso a quien le salían dolorosas alas de la espalda y surcaban los cielos como águilas.


Cuando yo vuelo en sueños, lo hago como si nadase estilo perrito. Es una forma poco estética, pero que con el tiempo he aprendido que me da un gran control de movimientos. Si dejo de agitar las manos y los pies, voy bajando poco a poco hacia el suelo, obligándome a retomar la natación aérea para remontar el vuelo.

Como decía, volar en sueños destaca entre el resto de mis sueños por un único motivo: son los más realistas, hasta el punto en que hasta varias horas después todavía sigo creyendo que realmente he volado (ya os comentaré algo sobre mi teoría de los registros en otra ocasión).

Ahora bien, el sueño de hace unos días fue especial. Por primera vez no bajaba automáticamente si dejaba de nadar. Como siempre, mi vuelo comenzaba con un descomunal salto y atravesaba las nubes (que estaban a unos doscientos metros), permitiéndome una perspectiva de la gente debajo de mí. A mi lado había alguien, que también volaba como yo. No recuerdo quién era.

Me mantenía en el aire sin necesidad de nadar. Era como si levitara. No había peligro de caer. Por un momento, me sentí mal porque a mis pies, la gente no podía volar. De pronto, la persona que estaba a mi lado me decía: "Que los demás no sepan volar, no es motivo para que tú no lo hagas".

lunes, 24 de diciembre de 2012

viernes, 21 de diciembre de 2012

5 versiones que molan (1)

El título de este post debería haber sido "5 versiones de canciones que me molan más que sus correspondientes originales". Eso sí, una puntualización: la palabra que debería despejar cualquier posible polémica musical en este hipotético, largo y descartado título es "me". Avisados estáis.

1. Bob Dylan vs. Vonda Shepard

Bob Dylan es, indiscutiblemente, una de las voces que más conciencias ha agitado, uno de los catalizadores del penúltimo cambio generacional en EE.UU. y un letrista y creador de melodías inigualable. Él no creaba canciones; él creaba himnos. Pero de pronto sucede que llega Vonda Shepard con su cálida voz y, rebajando el tempo y depurando los instrumentos, redondea un "Don't think twice, it's allright" que ya de por sí era perfecto. Y más, tratándose del dios Dylan. Tiene mérito, ¿no?

2. Serrat vs. Nach

El enorme talento de dos cantautores, uno del siglo XX y otro del XXI, se cruzan con este tema: "Penélope". Con su versión, el rapero Nach le da un giro al contexto que concibió Serrat e incluso le da voz (literalmente) a una de esas miles de penélopes que se ganan la vida en la calle. Nach, que siempre ha mostrado su respeto por los cantautores nacionales, consigue aquello que toda versión debería intentar: enriquecer la versión original a partir de un planteamiento distinto.

3. The Beatles vs. Joe Cocker

Seguro que ni los propios Beatles pensaron que "With a little help from my friends", una sencilla y pegadiza canción que nació casi como una boutade, serviría de inspiración para Joe Cocker, que con su versión logró hacer un tema totalmente nuevo, hasta el punto de que por poco acaba fagocitado por su propia ejecución y convertido en un one-hit-wonder. Yo mismo conocí la serie "Aquellos maravillosos años" (con la sintonía de Cocker) antes que la original, y ya no hubo vuelta atrás.

4. Fleetwood Mac vs. Goo Goo Dolls

Fleetwood Mac siempre me parecieron ese grupito de chavales que va al fondo del autobús de la excursión del cole tocando la guitarra y haciendo las horas del viaje más cortas. "I don't wanna know" sería un tema que habría pasado desapercibido para mí de no ser por la apabullante versión de los Goo Goo Dolls, unos que tristemente sí que han sufrido el síndrome del one-hit-wonderismo en sus carnes. La original se me hace larga y todo.

5. Pulp vs. William Shatner

¿Pulp, la mítica banda de Jarvis Cocker, enfrentado contra el mismísimo Capitán Kirk? ¿Qué clase de broma es esta? Pues es ni más ni menos que "Common People", mi apuesta más arriesgada en versiones que superan al original. Si la original nació como un auténtico trallazo, llega William Shatner (con el apoyo de Joe Jackson) y crea un frenesí de guitarras, interpretación vocal, ritmo y subidón de adrenalina que hace que la otra parezca una nana.

¿Y tú, conoces alguna versión que te mole más que la original?

domingo, 16 de diciembre de 2012

¿Qué nos pintas, Picolino?

Picolino está pintando un misterioso cuadro. ¿Qué será? Seguro que pronto veremos el contenido...


viernes, 14 de diciembre de 2012

Top 10 entradas "Silencio, se viaja"

Hoy hace un año acabó el viaje que realicé por Latinoamérica durante casi 10 meses. Ya conté de sobra el camino trazado en el blog "Silencio, se viaja", y colgué fotos complementarias en la página de Facebook. Lo que ahora me gustaría hacer es redondear un poco la crónica con un top 10 de entradas muy especial.

Llegué a España como un soldado al que colocan en medio de un campo de batalla y tiene que abrirse paso entre las líneas enemigas. Ahí comenzó lo duro: encontrar piso, trabajo, y volver a retomar mi vida social como si nunca me hubiera ido. Hubo momentos en este 2012 que parecía que iba a ser el fin del mundo.


Pero el caso es que había completado un viaje que nació como algo imposible y que me dejó muchas enseñanzas. Estas han ido llegando poco a poco, y yo mismo me he sorprendido al verme resolver con cierta soltura muchas situaciones no deseadas. En otra ocasión, antes de que termine el año, haré un resumen de lo vivido en este 2012.

Al igual que al final del propio viaje, ahora quiero hacer un top ten de entradas de "Silencio, se viaja": las entradas más especiales para mí.
  • "La chica de la carpeta": lo curioso de esta entrada es que pudo haber sido escrita en cualquier lugar y momento, independientemente del contexto. Mi amiga y yo hemos seguido teniendo contacto, hasta el punto de que en un año nos hemos visto tres veces, y la he vuelto a ver bailar.
  • "Hemehan": Preparaba esta entrada conforme iba avanzando. Tenía una hoja de mi diario donde apuntaba todo de manera concisa, y antes de escribirla, me vino la idea de "he / me han".
  • "A las cosas por su nombre": Este post lo escribí pocas horas antes de sufrir un asalto en Managua. De haber tenido otro desenlace, la doble lectura hubiera sido más intensa. Ahí dejé escrito todo lo que soñaba con hacer en el viaje, y que felizmente pude cumplir.
  • "El encargo era yo": Mis amigos de Lavapiés fueron un pilar imprescindible para completar mi viaje. En esta ocasión, me dieron una sorpresa que aún tiene felices consecuencias.
  • "Instrucciones para alcanzar La Paz": Un top 10 dentro de un top 10. Una entrada corta, sincera, y escrita desde las entrañas, justo cuando atravesé el ecuador temporal del viaje, habiendo superado la segunda tentación de tirar la toalla del viaje y volverme a España.
  • "El tercer patio": Pertenecer a los Doctores de la Alegría es uno de los mayores honores de mi vida. Ellos me dieron la oportunidad de trabajar con niños, que sacaron lo mejor de mí, y a su vez me lo devolvieron por triplicado.
  • "Ushuaia, la frontera extrema": Llegar hasta el mismísimo fin del mundo fue un objetivo que superó mis expectativas más optimistas del viaje. En esta entrada, además, mencioné por primera vez a alguien que inspiró otra entrada de este blog.
  • "Santiago de Chile se despierta entre montañas": Una breve entrada homenaje al grupo Amaral, solo para contar que había llegado a la meta oficial de mi camino. No hubo Plaza del Obradoiro, pero sí hubo lágrimas frente a la catedral de Santiago.
  • "Rapa Nui, la isla perdida": Otro de los destinos insólitos del viaje fue la Isla de Pascua. Aquí la sensación de irrealidad se apoderó de mí hasta el punto en que era incapaz de mirar el mapa del mundo sin impresionarme.
  • "Desde Ítaca": La última entrada deparó sorpresas incluso para mí mismo. Es un homenaje a todos los que me crucé en el camino, y que abrió la puerta a lo que todavía se avecina: algún que otro vídeo que seguiremos subiendo si el tiempo (del reloj) lo permite.

Me dejo muchas en el tintero, pero estas entradas tienen en común es que no necesariamente relatan partes del viaje, sino más bien describen estados internos. Sería un buen complemento a la charla del pasado mes de mayo ("Silencio, se viaja. Viajar por fuera, viajar por dentro"), donde hablé más de lo vivido "por fuera" que de lo vivido "por dentro".

sábado, 1 de diciembre de 2012

Cerrando el aro

"Ella te salvará la vida. Eres tan egoísta, estúpido. Te va a limpiar y te va a... Tomarás su amor como una esponja, y creerás que dejarás el pasado atrás."

(Diálogo "Looper", Rian Johnson, 2012)


martes, 20 de noviembre de 2012

"De pronto sucede aquello...

...en un momento eterno,
quien te saca del infierno,
es quien te muestra el destello."


(Falsa cita de "La vida es sueño", de Pedro Calderón de la Barca)

lunes, 19 de noviembre de 2012

Historias del Frío

Siempre que se acerca el invierno, recuerdo un libro: "Historias del Frío". Habla del Nueva York de los años 80, en los que La Ciudad era un conglomerado de penurias, dolor y almas esparcidas por el Lower East Side, ahora floreciente semilla de convivencia cool, pero en aquellos tiempos cárcel de miseria y abandono social.

Los primeros inmigrantes vinieron de Puerto Rico. Así, a aquella generación de portorriqueños que se establecían en Nueva York se les llamó nuyoricans (mezcla ente nu-york y Puerto Ricans). Su destino principal fue, como digo, el Lower East Side, un nombre que también sufrió una transmutación fonética entre los nuyoricans, dando lugar a Loisaida.


En la portada del libro, la tilde está remarcada porque, como bien se explica en el interior, el frío de aquellas casas okupadas (permitidme esa k), sin ni siquiera cristales, era como una punzada constante que no te dejaba dormir. El que ha conocido Nueva York en invierno puede imaginar lo que pudo significar soportar aquellas espantosas temperaturas nocturnas.

Una de esas casas era (es) la conocida como "Umbrella House". El nombre se debe a una tradición que los vecinos cumplen cuando comienza el verano: reúnen numerosos paraguas que ellos mismos, y cualquier transeúnte que lo desee, pintan con vivos colores y originales formas, y que luego cuelgan de la fachada. Si os fijáis bien, en la portada del libro se ve este edificio.

En la "Umbrella House" vivía Ricardo León Peña-Villa, poeta, escritor, locutor de radio, vividor y autor del libro "Historias del Frío". En mi segunda visita a Nueva York, en 2009, pude conocerle. Se presentó como alguien con nombre de rey-animal-roca-ciudad. Bebimos juntos, fumamos juntos y leímos poemas improvisados. Aquella noche, pese a que yo ya no vivía allí, fue digna de haber sido relatada en el blog que abrí durante mi estancia en La Ciudad.

En su casa tenía una pared que aglutinaba las firmas de todas las personas que han pasado por allí. Las vidas de aquellas personas, que habían dejado un rastro de tinta, sangre y vómitos en aquella pared, apenas dejaban un centímetro libre para escribir. Él me ofreció firmar, dedicatoria incluida, y le dije, aún no sé muy bien por qué, que prefería hacerlo en otra ocasión.

Aquel momento nunca llegó. Ricardo León Peña-Villa falleció inesperadamente unos meses después. Se fue como los grandes poetas, dejando tras de sí una estela de misterios, sórdidas historias y pinceladas de su vida, recopiladas en este y otros libros de narrativa y poesía. Fue una gran pérdida para Losaida, el barrio que le entregó y le arrebató una nueva vida, como a tantos emigrantes que van a La Ciudad para nunca volver.

No sé cuándo volveré a Nueva York, pero sí sé que ya nunca volveré a tocar esa pared, ni a dejar mi impronta sobre su superficie, ni a fumar con Ricardo. Pero cada vez que vuelvo a conocer el Frío extremo, el que no te deja dormir y se clava como metralla en tu carne, pienso que de alguna manera ya dejé mi huella en esa pared, porque esa pared era parte de Nueva York, al igual que yo.

jueves, 18 de octubre de 2012

Tres lecciones de boxeo

Llevo tres semanas aprendiendo a boxear. El boxeo ha sido en el cine un símil recurrente para representar la lucha dentro y fuera del ring. Yo, en este tiempo, he sacado tres enseñanzas:
  1. Cuando te pones los guantes por primera vez, sacas una persona que siempre estuvo ahí.
  2. No puedes aprender a boxear sin pretender recibir ningún golpe.
  3. Todo el mundo, tarde o temprano, acaba bajando la guardia.

sábado, 6 de octubre de 2012

ANIVERSAR10

Hoy es el décimo aniversario de mi mudanza a Madrid. Atrás dejé una Murcia eufórica por la incipiente industria inmobiliaria. La Murcia del "Agua para todos", que aún preside el Ayuntamiento como una mentira monolítica que sigue manipulando ideologías caducas. La Murcia del "Murcia, qué hermosa eres", una de las muchas plataformas de blanqueo de dinero auspiciadas por los caciques que un día decidieron que en la cultura ya no cabía el teatro, la danza o las salas de exposiciones.


En estos diez años he vivido en siete casas, en seis edificios, en cinco barrios. En ellos, he conocido un Madrid que me ha acogido con lo mejor y lo peor de las grandes ciudades. Aquí están las distancias imposibles de caminar, los alquileres desmesurados, las diversas etnias que luchan por una vida mejor a miles de kilómetros de sus familias. Aquí están las borracheras sin sentido, los charcos de besos escurridos en tantas esquinas de la ciudad, el recuerdo de un amigo que se fue a otra vida.

Están los amigos que he hospedado, el olor a orín al volver de madrugada. Está la fascinación de los turistas, los bares por descubrir y las visitas al dentista. Mientras mi gente en Murcia se casa, tiene hijos y van a comer a casa de sus suegros los domingos, yo sigo preguntándome si esa vida también será para mí algún día. Te odio, Madrid. Te amo, Madrid.

Te amo, te odio. Me has hecho crecer y tocar el barro que solamente mis sueños se atrevían a moldear. Me has dado el amor. Me lo has arrebatado. No eres mejor que la Murcia mortecina donde todos dicen que se come tan bien. Eres un nido de angustia para muchos, y deleite para otros.

Pero eres quien ha estado ahí desde hace diez años. Intenté escapar de tu podredumbre, pero siempre has sabido reconciliarme, una y otra vez. No sé dónde estaré dentro de diez años. Quizá habré sido engullido por tus implacables fauces. Pero hoy, hoy, mierda de ciudad, te quiero. Me desvivo por defenderte cuando salgo del país. Busco tus zonas erógenas para hacerlas mías, y que sudes fuego a cada paso mío entre tus calles. Tú, Madrid, me inspiras. Y luego me exhalas, abandonándome de nuevo a mi propia suerte.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Mi amigo James

Es hora de cumplir la promesa que hice en el cuarto párrafo de esta entrada, hace casi un año (y en los créditos finales del mismo blog). A James no lo conocéis. Y lo cierto es que yo tampoco lo conozco en persona. Pero James lleva desde el siglo pasado siendo un buen amigo gracias a la música nacida desde su proyecto musical: Bran Van 3000.

Bran Van 3000 no es de esos grupos que uno pueda clasificar fácilmente. Ni siquiera es un grupo. Es un colectivo donde entra gente, graban un sample, o cantan, o tocan instrumentos, o rapean, y salen sin saber exactamente cómo va a quedar todo. A veces, transcurren incluso meses hasta que una canción queda terminada, pero todo tiene un sentido en el cerebro de James Di Salvio, el alquimista del sonido Bran Van 3000.


Conocerlos por su primer disco, "Glee" (1998), fue posiblemente la serendipia más feliz de mi vida. De su segundo disco, "Discosis" (2001), no exagero si digo que es el álbum que más veces he escuchado en mi vida. Su tercer disco, "Rosé" (2007), fue el más esperado (más de siete años hasta que lo conseguí), y su último disco hasta la fecha, "The Garden" (2010), me llegó en pleno viaje por Latinoamérica.

Que te llegue uno de los mejores discos de tu grupo favorito en pleno viaje iniciático, durante casi diez meses, donde la soledad es un demoledor catalizador de la locura, lo cambia todo. Llegó, como todo en la vida, en el único momento en que podía llegar: el momento perfecto. Hablando con un amigo mochilero canadiense, me dijo que llevaba el nuevo disco de BV3 en su iPod.

¿Cómo? ¡Grábamelo inmediatamente! Yo pasaba unas semanas muy malas y pese a llegar a mis manos en Ecuador, por cuestiones de incompatibilidad de formatos con mi Druki, no pude escuchar el disco hasta que llegué a Bolivia. Poder disfrutarlo algún día se convirtió en una de las motivaciones para seguir adelante, y aquella esperada primera escucha fue un premio a mi paciencia y mi perseverancia.

En otro momento del viaje, también conocí a ciertos chicos de Montréal, el cuartel general de BV3. Les dije que mi grupo favorito era de allí, y ellos, creyendo que diría "Arcade Fire", se quedaron de piedra cuando dije "Bran Van 3000". ¿Cómo? ¿Qué dices? ¿Cómo puedes conocer a BV3? Les conté mi historia desde que llegué a "Glee".

Ellos me contaron que conocían personalmente a James Di Salvio. Decían de él que es un tipo simpático, que va en bicicleta a todas partes, tímido (odia las entrevistas) y buena gente. Es la única referencia personal que tengo de él, aunque a mí, la verdad, me basta con su música y su talento.

Su música pertenece al amplio género de la electrónica. Buscas artistas relacionados y los feedbacks más frecuentes, como Daft Punk o Asian Dub Foundation, están a años luz de la riqueza musical y lírica de Bran Van 3000. Su último disco, "The Garden", es un canto a la alegría, con sonidos luminosos y letras energizantes, algo que sin duda contribuyó a terminar mi viaje con éxito. No exagero si digo que mi vida es más bonita desde que Bran Van 3000 marca mi ritmo.

Llegados a este punto, se impone terminar esta entrada con un tema de ellos. Uno solo... Entonces, ¿cuál elegir? ¿Qué tema podría elegir, por ejemplo, un amante de los Beatles? Podrían haber sido muchos temas, pero me quedo con uno que no he enlazado casi nunca: "Speed":


Bran Van 3000 consiguió que los interminables kilómetros parecieran menos durante mi viaje. Y todo eso, sin saber exactamente quién es Bran Van 3000 y quién está detrás de todo. Poco importa eso, la verdad, porque el propio James "Bran man" Di Salvio ya lo ha dejado claro en la dedicatoria del disco: "Bran Van 3000 eres tú".

Gracias por todo, amigo James.

Por cierto, podéis escuchar su música aquí, seguirlos en Twitter aquí, y en Facebook aquí.

sábado, 11 de agosto de 2012

La caca de vaca engañadora

En su búsqueda de otro cerebrito picarón para jugar con él, hoy Picolino ha visto algo en medio de un bosque. Su forma le ha hecho creer que era un cerebrito, pero se ha puesto muy triste cuando ha descubierto que realmente era una caca de vaca.

martes, 31 de julio de 2012

La piel que habitó este blog

Si ahora mismo hay personas a tu alrededor, míralas y podrás ver el envoltorio que las recubre: la piel. La piel es ese tejido que tiene más memoria que el propio cerebro. No en vano, los cinco sentidos fueron primeramente carcasa, que evolucionaron y se especializaron en lo que hoy conocemos como tacto, gusto, oído, olfato y vista.


La piel que veis aquí pertenece a una cigarra, un animal con una pobre reputación por culpa de la famosa fábula de Esopo y que el cine se encargó de reinterpretar de acorde a los nuevos tiempos. Esta cigarra ha dejado atrás el sarcófago que contenía su ser para transformarse en adulto.

A este blog le va a suceder algo parecido. Tras mi respetablemente larga experiencia bloguera, y por muchas pieles que hayan tenido mis diferentes blogs, es imposible separar lo que veis de mi personalidad. Últimamente he notado que esta cada vez gana más terreno, así que, mientras sigo subiendo historias de Picolino, autodidactismos, fotos y demás, notaréis que este blog poco a poco va mudando la piel.

lunes, 23 de julio de 2012

sábado, 30 de junio de 2012

Arde Uclés

Foto tomada el 21 de junio de 2009. Desde entonces, las llamas ya empiezan a extinguirse.


domingo, 24 de junio de 2012

El árbol engañador

Hoy Picolino ha visto un árbol, y por la forma de este, ha pensado que era otro cerebrito para poder jugar con él, pero se ha decepcionado mucho cuando ha descubierto que no lo era.


miércoles, 13 de junio de 2012

Los piwiwis

Los piwiwis son los peores enemigos de Picolino, el cerebrito picarón. Son lo que en nuestro mundo llamaríamos los "problemas". Los piwiwis tratan de llegar a su cerebro para provocarle terribles picores que ni rascándose pueden llegar a calmarse. Por eso, cuando aparecen los piwiwis, o los piwiwi, lo único que puede hacer Picolino es correr.


¡Pobre Picolino! ¡Los piwiwis le acosan sin parar!

miércoles, 6 de junio de 2012

miércoles, 2 de mayo de 2012

Ósmosis neuronal

¿Por qué somos capaces de adaptarnos a las situaciones, por muy extremas que estas sean? Por la ósmosis neuronal, un término que no creo que hayáis escuchado nunca, porque me lo acabo de inventar.

La ósmosis, en un sentido muy amplio de la palabra, es la tendencia al equilibrio de dos medios diferentes en contacto. Por ejemplo, cuando nos bañamos demasiado tiempo, la piel se nos arruga, porque esta tiende a equilibrar la sobreabundancia de agua fuera de nuestro cuerpo.

Así mismo, cuando tenemos las manos frías y agarramos una taza caliente, estas se calientan por contacto con la taza, a la vez que esta (aunque sea de forma imperceptible), se enfriará recíprocamente.


Con el cerebro humano es igual: está en contacto con TODO, desde la percepción que nos ofrecen nuestros sentidos, hasta el entorno o las circunstancias meteorológicas. Y, al estar en contacto con todo, tiende a dar lo que al entorno le falta, a la vez que toma de este lo que le sobra.

Esta adaptación es siempre acumulativa, exenta de resistencia. Si vamos a un país donde se habla un exótico idioma, puede que con el tiempo nuestro cerebro aprenda a hablarlo. Si nos secuestran durante años, puede que acabemos enamorándonos de nuestros captores (pdf). Si pasamos doce horas diarias escuchando reggaeton, acabará gustándonos. La supervivencia, amigos, se impone.

Esta adaptación, sin embargo, lleva tiempo. Además, el instinto de supervivencia hace que siempre juegue a nuestro favor. Incluso lo que consideramos "malo" no es más que la consecuencia de una interpretación errónea. Tenemos el caso extremo, por ejemplo, del niño maltratado y humillado que de mayor es un psicópata; su cerebro adulto no ha hecho más que encontrar el deleite en la violencia experimentada durante la infancia.

No existe "el bien" o "el mal". Todos los cerebros funcionan igual, solo que la estimulación es diferente desde el día que nace cada individuo. Por eso tenemos que estar atentos a los estímulos a los que nos exponemos. Aunque, realmente, da igual, porque ahora mismo estamos en contacto con todos los estímulos.

Todo está en contacto con todo: yo estoy en contacto con este sofá caliente, que a su vez está en contacto con una pared fría, que a su vez está en contacto con la noche oscura, que a su vez está en contacto con la luz radiante del sol al otro lado de la Tierra, que a su vez está en contacto con el vacío del espacio... Cada ósmosis nos lleva a otra, pero todas empiezan, o terminan, en nuestro cerebro.

lunes, 16 de abril de 2012

Vistas desde mi retina

Hoy me quiero asomar a ese proceso que llamamos vista. Las células de la retina del ojo reciben la luz y la transforman en impulsos eléctricos. Estos son transmitidos por el nervio óptico hacia el cerebro.

Por ejemplo, lo que antes me enviaba así...


...ahora me llega así:


Lejos de ser sencillo, esto es un proceso muy complejo.

lunes, 9 de abril de 2012

"El Principito" pop-up book acuarelado

Esto es una edición de "El Principito" que hice hace tiempo, copiado a mano y con ilustraciones nuevas realizadas con acuarelas.

miércoles, 7 de marzo de 2012

¿Cómo saber si un orgasmo femenino es fingido?

Muy fácil: teniendo junto a la cama un escáner de imágenes por resonancia magnética funcional (más conocido como fMRI scanner, en inglés). Si tenemos esto, no nos olvidamos de conectarlo en el momento del acto, y contamos con la ayuda del Dr. Barry Komisaruk, podremos interpretar correctamente los datos que nos ofrezca nuestra pareja en el momento de la pequeña muerte.

El Dr. Komisaruk y su equipo se propusieron trazar el puente científico entre la estimulación sexual y el clímax orgásmico final, generado en el cerebro. Así pues, estudiaron la actividad cerebral de varias mujeres durante el orgasmo, y este fue el resultado:

(Video: "Female Orgasm in Brodmann Brain Regions", TheVisualMD.com)

El vídeo muestra la actividad cerebral, basada en los niveles de oxígeno y mostrada desde el rojo (la menor actividad) hasta el amarillo y el blanco (la mayor actividad).

Al principio, la actividad se inicia en la zona genital del sistema somatosensorial del cerebro, como respuesta a dicha estimulación. Luego, la actividad se desplaza hacia el sistema límbico, el encargado de fijar las emociones, sentimientos y la memoria a largo plazo (esta última frase, teniendo en cuenta el contexto de la entrada, daría para 200 blogs).

Cuando llega el orgasmo, la actividad se divide en dos partes: una va hacia el cerebelo y la otra hacia el lóbulo frontal (debido, posiblemente, a la mayor actividad muscular). La actividad cerebral culmina en el hipotálamo (siempre el hipotálamo), donde se genera la oxitocina, hormona del placer y principal constrictora intermitente del útero.

Para finalizar, el poco de actividad cerebral que queda llega al llamado núcleo accumbens, el encargado de fijar la recompensa y el placer. Llegados a este punto, a más de uno o una le dará igual si se nos olvidó conectar el escáner o no.

miércoles, 29 de febrero de 2012

domingo, 26 de febrero de 2012

¿Por qué la vida es compleja?

Nuestra vida es el resultado de interpretar lo que percibimos. Los sentidos nos proporcinan una raquítica imagen del mundo, que aliñada con un poco de distorsión interpretativa de los hechos, provoca un cóctel letal de irrealidad y complejidad.

Siempre se ha dicho que solamente usamos en torno al 10% del cerebro, lo cual, así planteado, no es cierto. Salvo en el caso de los tertulianos de "Sálvame", todos usamos todas nuestras neuronas, sólo que no simultáneamente. Ese pequeño porcentaje mencionado es lo que suele usarse a cada momento. Según el prestigioso neurocientífico Xurxo Mariño, "Todos usamos el 100% de las neuronas que tenemos. Lo que sí cambia de una persona a otra es cómo las usamos".

Ahí está la clave. Usamos todo el cerebro, pero ¿cómo lo usamos? El cerebro es el encargado de dar cohesión a la información enviada por los sentidos del olfato, vista, etc, y en base a ello ejecuta unas órdenes u otras sobre el resto de órganos y glándulas.


Esa cohesión, la verdad sea dicha, al final resulta bastante distorsionada. ¿Realmente esta camiseta que vemos es amarilla, o nuestros ojos, capaces de percibir cierto rango de ondas, nos hace creer que es amarilla? Es más, la máquina con la que he hecho la foto, ¿no está diseñada para complacer a nuestro cerebro capturando los colores de esa forma?

Cohesión tiene, sí, pero lo de la coherencia es otra historia. Y es que el cerebro es un órgano fascinante a la par que mediocre. La vida es compleja, porque se construye sobre interpretaciones complejas de nuestro entorno. Y siempre, siempre, esas interpretaciones se quedan cortas con respecto a la realidad. La vida, por tanto, es compleja... y limitada.

El cerebro es ese pésimo empleado que lleva toda la vida en la empresa, que no da pie con bola y que no se le puede despedir porque le saldría demasiado caro a la pyme del cuerpo. Y mientras esté ahí, seguirá haciendo su trabajo de aquella manera. No está mal para un órgano de apenas kilo y medio, y que demanda el 20% de la energía.

lunes, 13 de febrero de 2012

¿Por qué parece detenerse el tiempo?

Estamos en casa de la abuela. En el salón, una desafiante colección de figuritas de cerámica de Lladró. Agarramos una para observar los detalles y de pronto se nos escurre. La caída parece transcurrir en cámara lenta. Nuestros reflejos no nos responden, y pese a que hacemos amago de cazarla al vuelo, seguimos la trayectoria que traza hacia el suelo. Antes de terminar de tomar aire, cientos de añicos quedan desparramados por el salón.



¿Por qué parece que en estas situaciones de peligro, el tiempo parece transcurrir más despacio, incluso detenerse? Porque realmente lo que sucede es que nuestro cerebro está procesando la decisión que debemos tomar más deprisa. Es como si nuestro ojo fuera una cámara de fotos y la velocidad de obturación nos permitiese ver cada fotograma nítido, sin la estela de movimiento. En este artículo (PDF, 2,3 MB) explican en profundidad el proceso.

Para demostrarlo, lanzaron a varias personas desde una altura de 30 metros (con una red bajo ellos). Cada uno llevaba un pequeño monitor de vídeo en la muñeca, que emitía una especie de "gif animado" de una letra negra sobre fondo blanco, que alternaba rápidamente a la misma letra blanca sobre fondo negro, y así sucesivamente. En condiciones normales, la pantalla se vería gris, pero durante la caída, las personas eran capaces de identificar de qué letra se trataba.

Adiós, figurita de Lladró. Para lo que la abuela ha sido una auténtica putada, para nosotros ha sido una experiencia neuronal extraordinaria. Y, por qué no decirlo, para el mundo ha sido un gran favor.

sábado, 11 de febrero de 2012

Con todos ustedes...

¡Picor Cerebral! ¿Os gusta el nombre? A mí me encantó cuando se me ocurrió, hace casi dos años. Desde entonces, tengo registrado este dominio, y no ha sido hasta ahora que lo hago público, cómo no, un 14 de febrero, un día que para mí ya es "el día de los cambios" (por ejemplo, la fecha en que viajé a Nueva York).

No os podéis imaginar la ilusión que siento por abrir este blog. Muchas de las cosas que iréis viendo se han ido cuajando en mi anterior viaje por Latinoamérica. Con paciencia, apuntaba las ideas, las maduraba y las ponía a prueba con el tiempo.

Y una de esas ideas es apoyarme en este personaje. Os presento a... ¡Picolino!



Picolino es un cerebrito curioso, alegre y juguetón. También tiene un lado oscuro (que tal vez algún día lo conozcáis), pero en general, es buen tipo. Eso sí, os aviso de que esto no va a ser un blog de personajes. Siempre hablaré yo, y Picolino hará alguna aparición extraordinaria. Hay muchas sorpresas preparadas, que ya las iréis viendo en su debido momento, como por ejemplo, su amiga Cuoraline.

En fin, ¡hay mucho de qué hablar! Esto va a ser un blog dinámico. Habrá fotos, vídeos, dibujos, chorradas (muchas, por cierto), secciones que entren, que salgan, pestañas superiores que cambien... Esta página será como nuestro propio cerebro: moldeable como la plastilina. Siempre intentaré que sea una experiencia distinta.

Las redes sociales van a jugar un papel importante. Por ahí ya estáis viendo la página de Facebook, la cuenta de Twitter... y más cosas que vendrán. Recordad, por cierto, que la mejor forma de estar al día con lo publicado es suscribirse a la RSS. Todo es un puzle en mi cabeza que por fin sale a la luz.

A estas alturas, ya me considero un veterano bloguero. No obstante, siempre existe la incertidumbre y la emoción del primer día, especialmente cuando todos mis blogs han sido tan intensos. Si el folio en blanco puede asustar de primeras, el blog en blanco es ya otra liga.

¡Bienvenidos a Picor Cerebral!