miércoles, 7 de marzo de 2012

¿Cómo saber si un orgasmo femenino es fingido?

Muy fácil: teniendo junto a la cama un escáner de imágenes por resonancia magnética funcional (más conocido como fMRI scanner, en inglés). Si tenemos esto, no nos olvidamos de conectarlo en el momento del acto, y contamos con la ayuda del Dr. Barry Komisaruk, podremos interpretar correctamente los datos que nos ofrezca nuestra pareja en el momento de la pequeña muerte.

El Dr. Komisaruk y su equipo se propusieron trazar el puente científico entre la estimulación sexual y el clímax orgásmico final, generado en el cerebro. Así pues, estudiaron la actividad cerebral de varias mujeres durante el orgasmo, y este fue el resultado:

(Video: "Female Orgasm in Brodmann Brain Regions", TheVisualMD.com)

El vídeo muestra la actividad cerebral, basada en los niveles de oxígeno y mostrada desde el rojo (la menor actividad) hasta el amarillo y el blanco (la mayor actividad).

Al principio, la actividad se inicia en la zona genital del sistema somatosensorial del cerebro, como respuesta a dicha estimulación. Luego, la actividad se desplaza hacia el sistema límbico, el encargado de fijar las emociones, sentimientos y la memoria a largo plazo (esta última frase, teniendo en cuenta el contexto de la entrada, daría para 200 blogs).

Cuando llega el orgasmo, la actividad se divide en dos partes: una va hacia el cerebelo y la otra hacia el lóbulo frontal (debido, posiblemente, a la mayor actividad muscular). La actividad cerebral culmina en el hipotálamo (siempre el hipotálamo), donde se genera la oxitocina, hormona del placer y principal constrictora intermitente del útero.

Para finalizar, el poco de actividad cerebral que queda llega al llamado núcleo accumbens, el encargado de fijar la recompensa y el placer. Llegados a este punto, a más de uno o una le dará igual si se nos olvidó conectar el escáner o no.